En la UNAP se organizó seminario para conmemorar fecha proclamada por la ONU. Se revisaron resultados de la Décima Encuesta Nacional de Juventudes 2022 que reveló mayores niveles de violencia de la década: en parejas, en ámbito físico y en lo psicológico. “Sin duda la violencia en pandemia ha sido notoriamente alta en la región” señaló la directora regional del SernamEG, Natalia Currin.
Revisar de manera intersectorial los aspectos psicosociales y jurídicos de la violencia contra las mujeres y juventudes en la Región de Tarapacá y el país, fue el objetivo del seminario realizado en la Casa Central de la Universidad Arturo Prat (UNAP) en Iquique, en el contexto del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, que se conmemora cada 25 de noviembre tras ser proclamado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1999.
Durante la actividad se revisaron resultados de la Décima Encuesta Nacional de Juventudes 2022 efectuada por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), que considera jóvenes entre 15 a 29 años y personas adultas de 30 a 59 de todas las regiones de zonas urbanas y rurales.
Se reveló que se obtuvieron las cifras más altas de violencia física (duplicando a población adulta, 16,6%) de los últimos diez años. Y más de un tercio de jóvenes ha vivido este tipo de situaciones (38.1%), especialmente en instituciones educativas, familias y con desconocidos en lugares públicos. Asimismo, se confirmó que son más mujeres que hombres quienes reportan haber sido víctimas de violencia psicológica en las diversas situaciones consultadas (47,7% versus 36,9%, respectivamente). Por otro lado, quienes más declaran haber sufrido esta vulneración son las juventudes de zonas urbanas (43,6%) respecto a jóvenes de áreas rurales (28,6%).
El estudio también muestra que las personas jóvenes reportan más que las personas adultas haber sufrido de los distintos tipos de violencia en su relación de pareja, a excepción de la violencia económica. Las juventudes de 25-29 años, 21,8%; entre 15-19 años, 12,6%; y de 20-24 años, 14,3%.
La directora regional del SernamEG, Natalia Currin, enfatizó la necesidad de difundir la realidad en el ámbito de la violencia. “Sin duda la violencia en pandemia ha sido notoriamente alta en la Región de Tarapacá, por lo tanto, nos interesa mucho poder estar con la comunidad estudiantil y educativa para trabajar en temáticas de prevención, formar monitores y monitoras, como lo hemos hecho acá en la UNAP y seguir en esta línea colaborativa con la Universidad Arturo Prat”, dijo.
CREER A VÍCTIMA
“Como Servicio Nacional de la Mujer es tremendamente importante visibilizar esto y poder contar con estos espacios sobre todo en las universidades en donde se converse de violencia y se trabaje en prevención (…) Cada vez que una mujer es víctima de violencia todos y todas tenemos que hacernos parte en la contención, creerle a la víctima que es tremendamente importante y no cuestionar”, aseveró. Y señaló que el fono para denuncias es el 1455 y también el contacto directo con Carabineros y la PDI.
En tanto, la Seremi de Justicia, Camila Castillo, valoró la actividad y el aporte de la UNAP. “En el marco de la eliminación contra todo tipo de violencia hacia las niñas y las mujeres de nuestro país y de todo el mundo, son relevantes este tipo de instancias de reflexión conjunta, tanto desde la función pública y sobre todo en alianza con la academia, sobre cómo podemos reflexionar conjuntamente sobre la realidad actual y cuáles son los desafíos contra la violencia. Precisamente desde la Universidad creo es muy simbólico, porque es aquí donde podemos entregar las herramientas necesarias a quienes se están formando en una carrera profesional”, señaló.
Por su parte, la seremi de la Mujer, Noemí Salinas, enfatizó que desde el Estado se busca avanzar en política pública y reflexión para revertir la violencia de género. “Agradezco esta instancia de colaboración con la academia de la Universidad Arturo Prat. Agradezco también esta instancia de colaboración con el INJUV porque además refleja lo que estamos buscando, que es la necesaria transversalización del género en el Estado, y cómo a través de distintas instancias de política pública y de reflexión, podemos avanzar en comprometernos más allá de lo nos toca como Ministerio de la Mujer que es precisamente asegurar y trabajar por una vida libre de violencia para las mujeres y las diversidades sexo genéricas”, afirmó la seremi.