Las vacaciones y las altas temperaturas ya comenzaron. Sin embargo, el uso de piscinas o centros recreacionales ya sea públicos o privados, pueden afectar la salud si no existe el cuidado respectivo. El jefe de Urgencias de Clínica Tarapacá, Dr. Jorge Cruz, puntualiza acerca de los cuidados que debemos tener para protegernos de posibles enfermedades que pueden afectarnos este verano.
Tarapacá, diciembre de 2022.- Pronto el país inicia una nueva temporada de vacaciones, donde las piscinas son las principales protagonistas. Es así que para hacer frente a esta nueva época del año, especialistas advierten sobre las principales enfermedades que se pueden contraer en estos espacios, tanto público como privado, sino se toman las medidas necesarias.
¿Por qué es importante mantener conductas de prevención y cuidado en piscinas? De acuerdo con un estudio del CDC –Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades – las actividades acuáticas recreativas están relacionadas con 90 millones de enfermedades, siendo la natación uno de los principales catalizadores de infecciones respiratorias, de oídos y de la piel, a través del agua. Los patógenos que se encuentran en piscinas y playas, pueden provocar enfermedades gastrointestinales.
“Las piscinas pueden convertirse en caldo de cultivo de múltiples enfermedades, puesto que las condiciones de calor y humedad son esenciales para la proliferación de gérmenes, bacterias y algas. Por lo mismo, si no se mantienen condiciones de higiene adecuadas, es posible que surjan afecciones, tales como la diarrea infecciosa, otitis, conjuntivitis, irritaciones respiratorias, dermatitis, pie de atleta, entre otras. Por ello, es fundamental priorizar el uso de piscinas cloradas y en lugares establecidos”, puntualiza el Dr. Cruz de Clínica Tarapacá.
Entonces, ¿Qué rol juega el cloro? Este elemento químico en las piscinas es indispensable para que se mantenga limpia, sin embargo, este continúa siendo un perjudicial para la salud. Por lo mismo, se recomienda no abrir los ojos bajo el agua ya que genera irritaciones no tan sólo en los ojos, sino también, en la piel y las vías respiratorias.
La normativa establece que la concentración óptima de cloro en la piscina es de 1 a 3 partes por millón, pero cuando sobrepasa esa barrera, se pueden sentir síntomas tales como irritación en mucosas, ardor en la garganta, piel, ojos, lagrimeo y la sensación de cuerpo extraño.
El especialista de Clínica Tarapacá destaca que “es poco frecuente que ocurra, pero si esto pasara, se recomienda retirar el traje de baño y lavar la zona afectada con agua tibia libre de cloro por 15 a 20 minutos mientras se traslada a un centro asistencial donde serán mejor evaluadas las quemaduras y el estado general del paciente para luego comenzar un tratamiento específico según la gravedad”.
Adicional a los cuidados mencionados, Cruz indica que es recomendable el uso de lentes para evitar irritación o infección ocular. Artículos como la toalla, el gorro, las gafas y el calzado son de uso personal y no deben ser intercambiados. Al mismo tiempo, ducharse y después de una jornada de piscinas, en especial en recintos abiertos, es fundamental para retirar de la piel los gérmenes y restos de productos de higiene adheridos en la piel.
En caso de dolor en los ojos, secreción, coloración intensa, hinchazón de párpados, compromiso visual o inflamación ocular, consultar siempre con un especialista.
Cuidado de la piel
La exposición solar y el cuidado de la piel también es otro aspecto fundamental a considerar este verano. Se estima que cada año se diagnostican más 3 millones de casos de cáncer a la piel, según cifras de la Organización Mundial de la Salud y en Chile, es el tipo de cáncer más común.
En este contexto, el profesional de Clínica Tarapacá explica que es vital protegerse de los rayos UV de manera diaria. “La radiación ultravioleta está presente todo el año, sin embargo, en estos meses de mayor calor es importante protegerse aún más del sol. El uso indispensable de bloqueador solar, de al menos, factor UV 50, el cual debe ser retocado frecuente e idealmente sea resistente al agua. Este debe ser aplicado entre 20 a 30 minutos antes de exponerse al sol y retocado cada dos horas”.
También puntualiza en la necesidad de utilizar ropa que nos proteja de los rayos ultravioleta y evitar la exposición a la luz solar en los horarios más cercanos al medio día. “Una de las manifestaciones de la típica quemadura de sol es un leve enrojecimiento y ardor hasta la formación de vesículas o ampollas que evolucionan hacia la descamación de la piel”, concluye.
Finalmente, Dr. Jorge Cruz hace un llamado a disfrutar estas jornadas estivales y de descanso, tan esperadas por las personas, cumpliendo las normativas sanitarias y de prevención. “Sin duda, queremos que miles de chilenos disfruten sus vacaciones de manera saludable y logren descansar tras un intenso 2022. Por lo mismo, sugerimos hacerlo manteniendo los resguardos para la salud”.