FFMMCS2023

Este proyecto se basa principalmente en difundir las brechas y los reducidos espacios de decisión que ocupan las mujeres en Chile, tanto en el ámbito del liderazgo social, económico, directivo, político y ciudadano.
Las mujeres durante generaciones, por temas sociales, han visto disminuidas sus oportunidades de desarrollo en plenitud, por resabios culturales. Esto se ve claramente reflejado en todas las areas sociales con la sola excepción de las directivas de juntas de vecinos y barrios, en los cuales el 90% de las dirigentas son feminas.
Las mujeres lamentablemente, parten en desventaja con respecto a sus pares hombres, ya que la sociedad le asigna arbitrariamente roles de dueña de casa, cuidadora de adultos mayores o en la crianza de los hijos, sobrecargándolas de trabajo, al generar el «ideal» de la mujer trabajadora, dueña de casa, madre, etc. 24/7 generando agotamiento y frustración por no cumplir ese «ideal» de mujer impuesto por la sociedad.
Si nos enfocamos en el area directiva, las empresas más grandes de Chile tienen solo un 14.7% de mujeres en la alta gerencia.
De las 100 compañías con mayores ventas en el país, 23 no cuentan con gerentas en su primera línea. El rubro industrial es el que tiene la cifra más baja, con apenas un 5%. Y esto se genera por un ambito cultural en la cual es mal visto a una mujeres jefa, gerenta o directora de una gran empresa, como si los puestos de alta decisión genrecial estuvieran vetados solo por el hecho de ser mujer.
Si tomamos los datos desde el punto de vista de la política regional, recien en las elecciones parlamentarias de 2017, la región de Tarapacá tuvo a su primera senadora electa mujer, con lo que se logró tener el 50% de representación senatorial por la región, hecho inédito en una región marcada por cacicazgos masculinos.
A mayor abundamiento, la región solo ha tenido a dos candidatas electas como diputadas, la otrora diputada Marta Isasi y ahora la diputada electa Danisa Astudillo; Si bien antes de la reforma de la Ley N°20.840, los puestos de diputados electos por la circunscripción eran dos, ahora con la reforma, nuevamente las mujeres quedaron en desventaja al solo tener un puesto de 3 (el 33%) de representación.
En el área de los consejeros regionales, es aún mas baja la participación, con solo 4 consejeras de un total de 14, con un 28,5% de representación.
En el area del emprendimiento, las cosas no mejoran, ya que a ellas les cuesta mas generar o juntar un capital con que iniciar un negocio; sus sueldos son menores que sus pares varones (un 22% menos) a igual labor (según INE 2021).
Además, las entidades crediticias suelen preferir a los hombres en la entrega de préstamos y no a las mujeres porque no tienen historial de préstamos o créditos, no están bancarizadas, o la encuentran más «riesgosas», aumentando la tasa de interés para créditos destinados a ellas.
Si bien, las mujeres en Chile, tiene una tasa mas alta de escolaridad que sus pares varones, es la misma sociedad la que pone limitaciones en cuanto a los negocios o rubros en los cuales ellas pueden emprender, tales como: ser dueña de un taller mecánico, de una taller de estructuras metálicas, ser dueña de un barco pesquero artesanal, etc. los cuales son rubros entendido en conjunto como «solo para hombres» y vetados a las mujeres.
Segun datos privados, el 59% de los emprendimientos en Chile son liderados por Mujeres (estudio Sum Up año 2022), el 55% (más de la mitad) registran ingresos por menos de $500.000, a diferencia de sus pares hombres que promedian los $800.000.
Este promedio, de 59% de empresas lideradas por mujeres, que puede ser visto de manera positivo, es bastante menor al porcentaje que exhibe en promedio latinoamerica, con un 73% de las pymes lideradas por mujeres (estudio Corporación Financiera Internacional año 2022)
Y para terminar, la participación en el mercado laboral de las mujeres es de solo el 52%, superando solo a Mexico y a Corea (estudio OCDE 2022). Se estima que el crecimiento del PIB podrian incrementar varios puntos anuales si llegaramos a tener tasas de países como Suecia (67%) llegando al desarrollo en pocos años.
Son por todas las razones exhibidas anteriormente las que nos motivan a presentar este proyecto, ya que las brechas en los espacios de decisión que ocupan las mujeres en Chile, tanto en el ámbito del liderazgo social, económico, directivo, político y ciudadano son muchas y esto debe empezar a cambiar desde hoy.